Nuevos testimonios de ex miembros del Sodalicio de Vida Cristiana confirman los abusos y daños irreparables que sufrieron jóvenes por parte del fundador y líder de esta congregación, Luis Fernando Figari Rodrigo, así como de otros líderes espirituales de esa organización.
“En el año 1991 previamente a ingresar a la comunidad, Luis Fernando Figari se aparece una madrugada y nos dice quítense la ropa y quédense en calzoncillos y recuerdo a alguien filmándonos, como en este momento”, reveló a Cuarto Poder el exsodalite Oscar Osterling.
Una cadena de abusos psicológicos, físicos y hasta sexuales que se inician con técnicas de manipulación en la que un adolescente pierde su identidad, el derecho a tener ideas propias, reprimir su sexualidad y practicar la obediencia absoluta hacia su líder en nombre de Dios.
Oscar Osterling formó parte del Sodalicio durante dos décadas. Entregó los mejores años de su vida al servicio de esa congregación católica ultraconservadora.
Pero el 2011 decidió salirse de ella cansado de los maltratos psicológicos a los que fue sometido en los últimos cuatros años. El Sodalicio lo castigó y lo envío a Colombia contra su voluntad, por una falta que ellos consideraron muy grave: haberse enamorado de una chica.
“No llego a nada sencillamente había una amistad. A mí me marcó muchísimo. Fue un abuso de autoridad, querían que a través de los test proyectivos apareciera algo. Ellos me decían tú vas a hacer los que diga Luis Fernando”, indicó.
Años después, Osterling denunció estos hechos ante el Tribunal Eclesiástico y se entrevistó con su presidente, el sacerdote Víctor Huapaya.
“Fui a hablar con el padre Huapaya y me dice que no han avanzado nada. Yo ya envíe las denuncias a Roma hace tiempo y me dice que cree que hay alguien en Roma del Sodalicio atajando las denuncias, se refería al Procurador”, recordó.
También denunció prácticas ilegales del Sodalicio, como la vulneración del secreto de sus comunicaciones. En el libro de Pedro Salinas también se hace referencia a la intervención de la correspondencia de los que vivían en comunidad.
Pero de acuerdo a los testimonios brindados por exsodálites, Luis Fernando Figari no sería el único que habría practicado la pederastia al interior de esa organización.
El ya fallecido German Doig, el llamado vicario del Sodalicio y quien fuera en su momento el número dos de esa comunidad, también fue acusado de violación por tres de sus víctimas y esto provocó que su trámite de beatificación iniciado en Roma se paralice.
También otros dos sodálites consagrados muy allegados a Luis Fernando Figari fueron acusados por el mismo delito: violación. Daniel Beltrán Murguía Ward y Jeffrey Daniels.
AIS - Cono Sur
Argentina - Chile - Perú
por Herbert Mujica Rojas
14-2-2002
Hay sectas cuyo accionar provoca un profundo daño en la sociedad, lo cual aún no ha sido materia del estudio imprescindible de quienes se jactan de “analistas” y “exégetas” de la realidad social. Por el flagrante desconocimiento del problema sectario en el Perú tenemos la obligación de promover el abordaje de esta problemática entre los periodistas, sociólogos, antropólogos, médicos, psiquiatras, psicólogos, abogados y demás profesionales involucrados y comprometidos con el desarrollo democrático del país y dispuestos a condenar cualquier acto que viole los derechos humanos de toda persona y, en especial, su derecho a la libertad de consciencia.
Este trabajo, producto de múltiples horas de trabajo en Lima, Arequipa y otras partes del país y Latinoamérica pretende cumplir un papel pedagógico al denunciar al Sodalitium Christianae Vitae, grupo fascista por convicción y temperamento, y su cancerosa acción al interior de la sociedad peruana. Puédese discrepar de él, de pronto suscita opiniones violentamente contrarias, pero lo que sí va a ser imposible es ignorarlo.
Pocos meses atrás en El totalitarismo católico en el Perú, tesis que en su edición príncipe incluyó menciones a las baladronadas que acostumbra impulsar el Sodalitium, denunciamos cómo, a partir del Concordato, vínculo internacional no sancionado por ningún Congreso, la Iglesia Católica vive a expensas del no pago de tributos y además de los miles de dólares que sus principales funcionarios se embolsican cada mes, sin trabajar, sin merecerlo y en una constante expoliación del pueblo peruano, que no tiene cuando terminar porque se hace en nombre de una “fe” tradicional y que en realidad ha constituido la continuación de un robo que ya supera los 500 años de permanencia insolente en el país. Este mismo Concordato es el que, amparando a la Iglesia Católica, favorece legalmente el expansionismo sodálite y es el que utiliza esta secta para proteger sus inversiones.
Lea pues, amigo lector, estas procelosas páginas con ojos críticos, compulse fuentes, acuda a testimonios, revise materiales, proponga una refutación científica, orgánica. A una idea se la combate con otra. Al sectarismo difundido por el Sodalitium le denunciamos en la comisión de múltiples actividades que son fácilmente comprobables en diarios y publicaciones. A las sectas hay que enfrentarlas con decisión y valentía indómitas. El fanático sabe que cuando tiene a adversarios de ese jaez sólo tiene una opción: luchar o morir. Y puedo anunciar, sin jactancia, pero premunido de la verdad verdadera, que habemos muchos dispuestos a erradicar la presencia de estos disociadores y su prédica retrógrada, exaltadora de principios antidemocráticos y profundamente racistas.
26.10.15
AméricaTV, Cuarto Poder: Sodalicio, surgen más denuncias de ex-integrantes por abuso sexual (vídeos)
- Vídeo 1: minuto 13:48 aprox. aparece el Dr. Héctor Guillén Tamayo, miembro fundador de AIS-Cono Sur:
http://www.americatv.com.pe/cuarto-poder/reportaje/sodalicio-surgen-mas-denuncias-exintegrantes-abuso-sexual-noticia-35095?ref=ivmv
- Vídeo 2:
http://www.americatv.com.pe/cuarto-poder/reportaje/sodalicio-surgen-mas-denuncias-exintegrantes-abuso-sexual-noticia-35095
¿Cuál es el destino judicial y eclesiástico de estas denuncias y del mismo Luis Fernando Figari, hoy de retiro espiritual en Roma?
- Vídeo 2:
http://www.americatv.com.pe/cuarto-poder/reportaje/sodalicio-surgen-mas-denuncias-exintegrantes-abuso-sexual-noticia-35095
¿Cuál es el destino judicial y eclesiástico de estas denuncias y del mismo Luis Fernando Figari, hoy de retiro espiritual en Roma?
Fuente: AméricaTV - Perú
Fin de la Portada
lunes, 14 de febrero de 2011
Un poema para Germán Doig
Un poema del sodálite Manuel Rodríguez Canales
para Germán Doig
http://roncuaz.blogspot.com/2011/02/sobre-el-caso-de-german-doig.html
Me piden una opinión sobre la noticia de Germán Doig. Vuelvo a publicar dos cosas: un poema y una oración. En cuanto a la oración la escribí cuando ocurrieron los asuntos de Irlanda por lo que hay algunas cosas que no se aplican a este caso pero el espíritu sigue siendo el mismo. Creo que ambas cosas expresan muy bien lo que me pidió un lector amable: que diga lo que pienso del caso. Por ahora.
La caída
Tengo una tristeza mala
como esas luces frías
que anuncian la muerte.
Tengo una tristeza mala
que es de nadie y es de todos.
Una pena amarga
y un gran miedo
nacidos de la vieja
caída del hombre.
La sospecha angustiada
de que cualquiera puede caer
en cualquier abismo,
la certeza del pecado,
el abismo de la herida,
feroz, inabarcable mal,
furia mortal y burla.
Tengo una tristeza mala
que es rabia también
y miedo, y dolor.
No quisiera pensar ni sentir
qué bueno sería ser piedra,
árbol, animal inconsciente.
Pero soy hombre, no piedra
ni árbol, ni animal
y la conciencia hace sufrir.
Entender y morir de dolor
es lo mismo.
El aire tóxico de los sucesos
hace toser al corazón
le nubla los ojos
lo llena de náuseas.
El incendio del deshonor
la inexplicable fiereza de la culpa
la injusticia monstruosa con principio
y sin final
aúllan en la noche.
Y la pregunta alelada,
torpe,
empapada de desconcierto
se eleva en voz muy baja:
¿Por qué?
Sólo hay silencio. Malo también.
Hay silencios malos.
Esconden presencias malignas.
Traidores y traiciones.
Hay tristezas malas. Nunca lo supe.
Hasta hoy.
Hay silencios malos que nacen de ellas.
Nunca los escuché.
Hasta hoy.
Algo se ha roto que no se puede recomponer.
Y aquí aparece la paradoja de la fe.
En medio de la oscuridad triste y silente.
Sin que la llamen,
una presencia muy humilde
se acerca con pasos sigilosos.
Como pidiendo permiso,
la fe, esa gracia terca vuelve a brillar.
Poquito.
No se piense que la fe consuela.
No.
La fe acompaña en el desconsuelo.
Como esos amigos que se saben inútiles
en el duelo.
Como esas viejas que sirven café
en los entierros.
Nadie los llama pero igual vienen.
Ayudan con las flores,
dan palmadas en el hombro.
Así es la fe que me habla hoy.
Un humilde amigo que comparte mi pena.
De esos que se recuerdan
cuando volvemos a ver las cicatrices
que en el alma nos han dejado
estos golpes y estos tajos
recibidos en batalla.
Una sombra ha quedado detrás
de todas las miradas
y aún así la fe nos devuelve a los hermanos
nos abre los brazos en cruz
endurece nuestros rostros
ante los salivazos.
Y una vez más saltamos
a tu regazo Padre Amoroso
y allí lloramos hasta empapar
tu raída túnica con nuestra amargura.
Allí tu mano paterna
nos acaricia la cabeza con lenta paciencia,
y como nunca
sabemos de la inmensa sed
que tenemos de tu perdón.
Señor Jesucristo:
Te quiero pedir primero por las víctimas, que encuentren en Ti su consuelo, que tu Amor sane sus memorias, que les devuelva la confianza en sí mismas y el sano afecto que tienen derecho a sentir y vivir con libertad, que recuperen la confianza en el amor verdadero tan horriblemente traicionado por quienes debieron mostrárselo. Que puedan perdonar con tu perdón a quienes en lugar de un pan les dieron una piedra, en lugar de un alimento, un escorpión venenoso. Que tu misericordia llene sus corazones para pedir justicia y perdonar, que es la única manera de ser felices ante las desgracias y traiciones. Que la dulzura de tu Bondad sane sus heridas.
Te pido también, contra todos mis sentimientos, por los abusadores. Para que sean capaces de soportar la horrorosa verdad de sus actos infames. Que puedan abrirse por la penitencia a la verdad de su propia dignidad tan manchada y autodestruida. Que asumiendo la responsabilidad de sus hechos y la reparación de los daños en la medida de sus posibilidades Te vuelvan a encontrar. A mí me parece imposible, pero yo nos soy nadie y no se nada. En cambio para Ti todo es posible.
Te pido por los encubridores, que por estupidez, cobardía, respetos humanos, prebendas y cálculos estrechos y cobardes no actuaron según la verdad, la justicia y la caridad. Por los que privilegiaron la institución por encima de las personas cayendo en un fariseísmo atroz y venenoso. Por los que privilegiando la institución contradijeron una renuncia fundamental hecha en su Bautismo. Que el silencio y la penitencia efectiva los ayude a ser fieles a la luz de tu Verdad.
Te pido por los religiosos, religiosas y sacerdotes fieles sobre los que hoy cae la sombra infamante de los actos de otros. Que unidos a tu Cruz y al recuerdo de tu Pasión sufran unidos a ti la burla, la incomprensión, los insultos y el odio injusto que por ignorancia o mala fe caen sobre ellos. Que sea una reparación de la Iglesia por la que diste toda tu Sangre.
Te pido por los hombres justos que justamente reclaman que la Iglesia sea lo que es, que no vuelvan a ocurrir estos espantosos crímenes, te pido que los ilumines para que traten de comprender el agudo dolor y el drama que vive la Iglesia en medio de un mundo también enloquecido que intenta justificarse a sí mismo con la injusticia de los que traicionaron su altísima vocación.
Te pido en fin por tu pobre y tan manchada esposa, lloro por ella que es mi madre. Siento en carne viva una pena y una vergüenza honda por todo lo ocurrido.
No soy ni autoridad, ni religioso, ni cura. Soy sólo un bautizado más. Sólo uno que va a Misa. Sólo uno que reza. Un hombre de familia que intenta amar. No puedo ofrecer gran cosa. Tal vez sólo una: este pequeño y frágil corazón que se que Tú amas a pesar de todo. Haz Tú que sirva para curar, hazlo Tuyo para que consuele. Haz que con mi pequeña vida pueda dar testimonio de que tu Amor brilla aún en las más terribles oscuridades y que en Ti encontramos refugio en las más tremendas tempestades.
para Germán Doig
http://roncuaz.blogspot.com/2011/02/sobre-el-caso-de-german-doig.html
Me piden una opinión sobre la noticia de Germán Doig. Vuelvo a publicar dos cosas: un poema y una oración. En cuanto a la oración la escribí cuando ocurrieron los asuntos de Irlanda por lo que hay algunas cosas que no se aplican a este caso pero el espíritu sigue siendo el mismo. Creo que ambas cosas expresan muy bien lo que me pidió un lector amable: que diga lo que pienso del caso. Por ahora.
La caída
Tengo una tristeza mala
como esas luces frías
que anuncian la muerte.
Tengo una tristeza mala
que es de nadie y es de todos.
Una pena amarga
y un gran miedo
nacidos de la vieja
caída del hombre.
La sospecha angustiada
de que cualquiera puede caer
en cualquier abismo,
la certeza del pecado,
el abismo de la herida,
feroz, inabarcable mal,
furia mortal y burla.
Tengo una tristeza mala
que es rabia también
y miedo, y dolor.
No quisiera pensar ni sentir
qué bueno sería ser piedra,
árbol, animal inconsciente.
Pero soy hombre, no piedra
ni árbol, ni animal
y la conciencia hace sufrir.
Entender y morir de dolor
es lo mismo.
El aire tóxico de los sucesos
hace toser al corazón
le nubla los ojos
lo llena de náuseas.
El incendio del deshonor
la inexplicable fiereza de la culpa
la injusticia monstruosa con principio
y sin final
aúllan en la noche.
Y la pregunta alelada,
torpe,
empapada de desconcierto
se eleva en voz muy baja:
¿Por qué?
Sólo hay silencio. Malo también.
Hay silencios malos.
Esconden presencias malignas.
Traidores y traiciones.
Hay tristezas malas. Nunca lo supe.
Hasta hoy.
Hay silencios malos que nacen de ellas.
Nunca los escuché.
Hasta hoy.
Algo se ha roto que no se puede recomponer.
Y aquí aparece la paradoja de la fe.
En medio de la oscuridad triste y silente.
Sin que la llamen,
una presencia muy humilde
se acerca con pasos sigilosos.
Como pidiendo permiso,
la fe, esa gracia terca vuelve a brillar.
Poquito.
No se piense que la fe consuela.
No.
La fe acompaña en el desconsuelo.
Como esos amigos que se saben inútiles
en el duelo.
Como esas viejas que sirven café
en los entierros.
Nadie los llama pero igual vienen.
Ayudan con las flores,
dan palmadas en el hombro.
Así es la fe que me habla hoy.
Un humilde amigo que comparte mi pena.
De esos que se recuerdan
cuando volvemos a ver las cicatrices
que en el alma nos han dejado
estos golpes y estos tajos
recibidos en batalla.
Una sombra ha quedado detrás
de todas las miradas
y aún así la fe nos devuelve a los hermanos
nos abre los brazos en cruz
endurece nuestros rostros
ante los salivazos.
Y una vez más saltamos
a tu regazo Padre Amoroso
y allí lloramos hasta empapar
tu raída túnica con nuestra amargura.
Allí tu mano paterna
nos acaricia la cabeza con lenta paciencia,
y como nunca
sabemos de la inmensa sed
que tenemos de tu perdón.
Señor Jesucristo:
Te quiero pedir primero por las víctimas, que encuentren en Ti su consuelo, que tu Amor sane sus memorias, que les devuelva la confianza en sí mismas y el sano afecto que tienen derecho a sentir y vivir con libertad, que recuperen la confianza en el amor verdadero tan horriblemente traicionado por quienes debieron mostrárselo. Que puedan perdonar con tu perdón a quienes en lugar de un pan les dieron una piedra, en lugar de un alimento, un escorpión venenoso. Que tu misericordia llene sus corazones para pedir justicia y perdonar, que es la única manera de ser felices ante las desgracias y traiciones. Que la dulzura de tu Bondad sane sus heridas.
Te pido también, contra todos mis sentimientos, por los abusadores. Para que sean capaces de soportar la horrorosa verdad de sus actos infames. Que puedan abrirse por la penitencia a la verdad de su propia dignidad tan manchada y autodestruida. Que asumiendo la responsabilidad de sus hechos y la reparación de los daños en la medida de sus posibilidades Te vuelvan a encontrar. A mí me parece imposible, pero yo nos soy nadie y no se nada. En cambio para Ti todo es posible.
Te pido por los encubridores, que por estupidez, cobardía, respetos humanos, prebendas y cálculos estrechos y cobardes no actuaron según la verdad, la justicia y la caridad. Por los que privilegiaron la institución por encima de las personas cayendo en un fariseísmo atroz y venenoso. Por los que privilegiando la institución contradijeron una renuncia fundamental hecha en su Bautismo. Que el silencio y la penitencia efectiva los ayude a ser fieles a la luz de tu Verdad.
Te pido por los religiosos, religiosas y sacerdotes fieles sobre los que hoy cae la sombra infamante de los actos de otros. Que unidos a tu Cruz y al recuerdo de tu Pasión sufran unidos a ti la burla, la incomprensión, los insultos y el odio injusto que por ignorancia o mala fe caen sobre ellos. Que sea una reparación de la Iglesia por la que diste toda tu Sangre.
Te pido por los hombres justos que justamente reclaman que la Iglesia sea lo que es, que no vuelvan a ocurrir estos espantosos crímenes, te pido que los ilumines para que traten de comprender el agudo dolor y el drama que vive la Iglesia en medio de un mundo también enloquecido que intenta justificarse a sí mismo con la injusticia de los que traicionaron su altísima vocación.
Te pido en fin por tu pobre y tan manchada esposa, lloro por ella que es mi madre. Siento en carne viva una pena y una vergüenza honda por todo lo ocurrido.
No soy ni autoridad, ni religioso, ni cura. Soy sólo un bautizado más. Sólo uno que va a Misa. Sólo uno que reza. Un hombre de familia que intenta amar. No puedo ofrecer gran cosa. Tal vez sólo una: este pequeño y frágil corazón que se que Tú amas a pesar de todo. Haz Tú que sirva para curar, hazlo Tuyo para que consuele. Haz que con mi pequeña vida pueda dar testimonio de que tu Amor brilla aún en las más terribles oscuridades y que en Ti encontramos refugio en las más tremendas tempestades.
